"Rollerball": un futuro no muy lejano...

Rollerball (Norman Jewison – 1975)

No existe el hambre. No existen las enfermedades. Tampoco existen el crimen, la pobreza o la guerra… la humanidad ha conseguido liberarse de todas esas lacras para entregarse a una vida de hedonismo y placeres, en la que todo el conocimiento ha sido digitalizado y es gestionado ahora por un superordenador. Bienvenidos al mundo del poder corporativo. Bienvenidos al 2018 de Rollerball.

Fue después de la quiebra de las naciones cuando corporaciones como las de la Energía o el Transporte se hicieron con el poder político, se repartieron el mundo y comenzaron a gobernar las grandes ciudades-Estado que surgieron del viejo orden. Son lugares como Houston, Madrid o Tokio, donde tanto a privilegiados como a desfavorecidos de nada les falta, porque todo les es proporcionado por la corporación imperante. Las ciudades constituyen, a su vez, la sede de sus propios equipos de Rollerball, un violento deporte de contacto, mezcla de fútbol americano y hockey, que es seguido con fervor en todo el mundo.

¡¡JO-NA-THAN!! ¡¡JO-NA-THAN!! ¡¡JO-NA-THAN!!

Como gladiadores modernos, en cada torneo, dos equipos formados por patinadores y motociclistas emplearán toda la fuerza posible para disputarse la posesión de una bola de acero mientras dan vueltas alrededor de una cancha circular. Sin embargo, como una cruel metáfora de la vida, para Jonathan, el capitán del equipo de Houston, las victorias que cosechan no pueden acabar con la sensación de que está consumiendo su propia vida de ese mismo modo: dando vueltas en círculo. Es así cómo, en esa fachada de felicidad indolente, aparecen grietas tras las que se vislumbra un terrible secreto. Una realidad que le llevará a rebelarse.

¿Es posible cuestionarse el orden de las cosas? No os perdáis este retrato de un futuro próximo que empieza a parecerse demasiado a nuestro presente.

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Wifredo Sevilla

Burócrata perdido en «Brazil». Partidario de la fantasía y autor de personalidad múltiple. Leo y escribo en Libráctica. Lo que imaginas hoy, mañana puede ser realidad.