Galaxy Trucker – Vlaada Chvátil – 2007
“En una galaxia muy, muy lejana… también necesitan alcantarillado y Construcciones Móviles lo construye. Todos conocen a sus pilotos, hombres y mujeres valientes, sin miedo al peligro que si la paga es buena, volarán a través del infierno. Ahora, puedes ser uno de ellos. Tendrás acceso a piezas prefabricadas de naves espaciales hechas con cañerías de cloaca. ¿Podrás construir una nave resistente a los impactos de meteoritos? ¿Con suficiente armamento para defenderte de los piratas? ¿Suficientemente grande como para llevar mucha tripulación y cargamento? ¿Y será tan rápida para llegar la primera? Naturalmente que puedes. Hazte Camionero Galáctico.”
Con una introducción así, uno ya sospecha que se encuentra ante un juego cuya premisa principal es que uno se divierta. Y así es, porque Galaxy Trucker no pretende que nos fundamos las neuronas pergeñando estrategias ganadoras articulando toda suerte de parámetros. No, no, no, aquí la gracia está en comprobar cómo todo salta por los aires por culpa de pequeños descuidos provocados por las prisas y por ser un primerizo en el oficio de Camionero Galáctico…
Veréis: la cosa va de que, para empezar, te tienes que construir tu propia nave a contra reloj, a base de piezas de serie acumuladas en un vertedero… ¡perdón!, en un almacén galáctico, y, como uno es novato en esto de construir naves, sin saber muy bien lo que está haciendo. El caso es que vuele.
Cuando tienes tu nave (si se le puede llamara así a ese trasto), empieza el viaje, en el que debes recorrer una ruta de planetas recogiendo materias primas que luego deberás entregar en destino. Si es que llegas a destino, porque uno no sabe lo que se puede encontrar en las oscuras inmensidades del espacio. Y os puedo asegurar que por el camino os encontraréis de todo… Así que si logras terminar la partida habiendo conseguido algún punto, te puedes considerar ganador. Al fin y al cabo, empezaste sin ninguno.
Un juego altamente recomendable para pasar un rato de risas, en el que se combina la tensión frenética de la construcción de la nave con el nihilismo de un viaje con pocos visos de acabar bien. El reglamento te acompaña paso a paso, contribuyendo a la diversión, dibujándote desde el principio una sonrisa tonta en la cara, combinación de diversión, histerismo e incertidumbre…
You might also like
More from Juegos
Dune: el juego de mesa
Dune – Bill Eberle, Jack Kittredge y Peter Olotka – 2019 Con todo el revuelo que se produjo desde el anuncio …
«Spore»: simulando la vida
Spore – Will Wright / Maxis – 2008 ¿Eres Dios o el doctor Victor Frankenstein? No lo sé y, sinceramente, creo …
Colonizando Marte desde casa
Planetbase (Madruga Works - 2015) / Surviving Mars (Paradox Interactive - 2018) Debo confesar que, en estos tiempos de aislamiento forzoso, …