Marciano, vete a casa

Marciano, vete a casa (Martians, Go Home – Fredric Brown – 1955)

Eran las primeras horas de la tarde del jueves 26 de marzo de 1964 en una remota cabaña de troncos en el estado de California cuando Luke Devereaux, que hasta el momento estaba en la más absoluta soledad, oyó aquellas palabras:

– Hola, Mack. ¿Es esto la Tierra?

Así empezó la más absurda invasión marciana que nadie hubiera podido imaginar. A partir de ese momento millones de seres, pequeños, verdes, cabezones, impertinentes, juguetones, arrogantes, y bastantes epítetos más que se podrían añadir, llegaron a todos los rincones del planeta Tierra para enervación de sus habitantes y perplejidad de los científicos.

Personas en distintas partes del mundo tratarán de poner fin a esta invasión para que los marcianos vuelvan a su planeta, pero… ¿podrán lograrlo ante estos seres que todo lo toman como un juego en el que la humanidad no puede ganar?

Viñeta de la versión en cómic de «Martians, Go Home», por Lowell Isaac.

Fredric Brown transformó en novela lo que en primera versión fue un relato corto y que es considerado un clásico de la ciencia ficción. Su descripción de los marcianos reúne todos los tópicos del imaginario popular y añade un comportamiento que, lejos de ser amenazante o peligroso, es altamente irritante para los terráqueos.

Al terminar Marciano, vete a casa el lector puede tener la tentación de echar una ojeada alrededor para cerciorarse de que no hay visitantes de color verde, tal es la intensidad de sensaciones que el relato transmite.

Pero cuidado con buscar demasiado, no sea que se escuche algo así como…

– Hola, Mack, ¿es esto la Tierra?

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