Idiocracia

Idiocracia (Idiocracy – Mike Judge – 2006)

Imaginad que, en la sociedad actual, las únicas parejas que tienen descendencia, por decirlo de manera fina, son aquellas que no se plantean tenerla. Sí, como por ejemplo: el hijo de tu vecino con peinado cenicero de dieciséis años ha dejado embarazada a su novia de la misma edad, mientras que tus dos vecinos de arriba, una pareja de científicos nerds que viven en el loft del ático, recién reformado, están esperando el momento adecuado para tener un hijo –spoiler: ese momento nunca llega–. En realidad, no hay que imaginar tanto, ¿verdad?

Así empieza Idiocracia, planteándonos ya de primeras que nuestra sociedad se va a la mierda por una disgenesia involuntaria. Vamos, todo lo contrario de lo que pasa en la ya conocida y aquí comentada Gattaca. Para acabar de redondear la situación, entra en escena nuestro protagonista, Joe Bauers (Luke Wilson), un oficial del ejército de los Estados Unidos, descrito por oficiales de mayor rango como el soldado más mediocre. Justo por esta característica es escogido para un proyecto ultrasecreto…

Liderar, seguir o quitarse de en medio.

Dicho proyecto se idea con la finalidad de crionizar a los mejores soldados con mayores aptitudes para descongelarlos cuando sean tiempos conflictivos (matar, matar y matar). Eligen a Bauers y a Rita (Maya Rudolph), una prostituta, como conejillos de indias para congelarlos durante un año y ver si es viable dicho experimento. La cosa se tuerce en el momento en que, por culpa de la corrupción, la base militar se acaba demoliendo antes de que se cumpla el año y dicho proyecto queda en el olvido.

Si ya hoy no parecemos muy listos, en un futuro podría ser peor…

Pasan quinientos años hasta que, accidentalmente, se despiertan nuestros protagonistas en lo que sería la América del Norte del futuro. Un futuro y una sociedad nada brillantes. ¿Qué pasará con este par ahora que son los seres más inteligentes del planeta? Por no destrozaros Idiocracia, no os contaré mucho más del argumento, pero, por poner un ejemplo, los recursos científicos en esos quinientos años se han utilizado en crecepelos y en prolongar la erección masculina.

A título personal, recomiendo encarecidamente esta película de culto, con la que lo mismo te ríes que te horrorizas al identificar tantas situaciones que nos resultan tan familiares.

¡Dadle al play modafocas!

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