¿Quieres ser un Marine Espacial, entrar en un carguero y luchar por tu supervivencia? ¿O prefieres convertirte en el líder de unos mortales alienígenas (Genestealers) y evitar que los Marines sobrevivan?
Pues eso es lo que sucede en Space Hulk, todo un clásico de los juegos de mesa de ciencia ficción. Influido por las películas de la saga de Alien, Space Hulk está ambientado en el universo de Warhammer 40K, un futuro distópico en estado de guerra permanente.
Dos jugadores, dos bandos: uno mueve a los Marines Espaciales, que deben conseguir alcanzar su objetivo; el otro a los Genestealers, criaturas que no tienen otro cometido que hacer la vida imposible a los primeros y barrerlos del terreno de juego.
Space Hulk es un juego de mesa de miniaturas basado en misiones (partidas) que se enlazan para dar forma a una campaña (partidas consecutivas), con un tablero de juego modular que reproduce los pasadizos y las habitaciones de una nave espacial.
Como en las películas de la saga de «Alien», el peligro acecha en cualquier corredor…
En cada partida, el jugador que controla a los Marines se interna en el pecio para intentar llevar a cabo su misión y salir vivo de la nave; por su parte, el jugador que controla a los Genestealers hará todo lo posible para que su oponente fracase, lanzando, turno tras turno, hordas de escurridizas criaturas que intentarán acabar con la vida de los Marines.
Los turnos son alternativos, pero el jugador que controla a los Marines deberá jugar el suyo contra-reloj, enfatizando de esta manera el estrés al que están sometidas sus tropas, mientras que el jugador que se hace cargo de los Genestealers podrá planificar con calma su ataque.
Las mecánicas del juego Space Hulk son sencillas y se pueden complicar poco a poco añadiendo características especiales tanto a los Marines como a los Genestealers gracias a los suplementos (expansiones) adicionales. Ambos bandos tienen a su disposición miniaturas individuales que representan a sus facciones, mucho más abundantes por parte de los Genestealers, ya que éstos atacan en hordas.
En este juego, altamente adictivo, los Marines, en clara desventaja numérica, deberán actuar con precisión y pensar rápido su próximo movimiento. El siguiente paso, puede ser el último. No hay medias tintas: ¡victoria o muerte!
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