Estación de tránsito

Estación de tránsito (Way Station – Clifford D. Simak – 1963)

En una zona rural y apartada de Wisconsin, Estados Unidos, nuestro protagonista, Enoch Wallace, es el tipo de vecino misterioso y esquivo que vive en su cabaña y que apenas tiene contacto con nadie, aparte del cartero.

Su persona genera rumores que terminan llegando al agente de la CIA Claude Lewis, que se infiltra en la comunidad para investigar a Enoch, ya que sospecha que es el mismo ciudadano que una vez luchó para Abraham Lincoln en la Guerra de Secesión. Pero esto fue hace más de 100 años, y Enoch tiene aspecto de estar en la treintena. Igual de intrigante es su casa, blindada y fabricada con un material difícil de identificar. Además, en el cementerio familiar hay una tumba de más, con extraños símbolos que nadie consigue descifrar…

Parada obligatoria en cualquier viaje intergaláctico…

Lo que no se imagina el agente Lewis es que Enoch es “simplemente” el encargado de una “estación de tránsito”, zona de paso de una gran variedad de habitantes de toda la Galaxia que le proporcionan interesantes experiencias… y regalos.

Estación de tránsito nos ofrece una trama discreta, como todas en las que la CIA está involucrada. No esperéis grandes batallas o la Humanidad en vilo por su destino. De hecho, la Humanidad ni siquiera es consciente del peligro que corre. Todo está en manos de unas pocas personas, al más puro estilo norteamericano.

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