Desde que personajes como The Phantom (1936), Superman (1938) o Batman (1939) iniciaron sus correrías, tenemos que admitir que los superhéroes, personajes de ficción con poderes extraordinarios, hijos de la ciencia ficción, vienen dando mucho de sí.
Podrían escribirse libros enteros sobre los motivos que los hacen tan atractivos. De hecho ya se han escrito algunos, la mar de interesantes. Precisamente, en su libro Dioses, héroes y superhéroes, el periodista Manu González nos expone un aspecto importante de la fascinación que producen:
… los superhéroes han existido desde siempre, en todas las culturas y civilizaciones. Los griegos fueron los primeros en dotar de un poder extraordinario a figuras de la mitología como Agamenón, Ulises, Hércules… la nómina es interminable. Héroes y dioses nos atraen porque explican la condición humana, pero son más fuertes, más listos, más rápidos que nosotros…
Los superhéroes vienen a ser, a fin de cuentas, la puesta al día de los panteones mitológicos que el ser humano viene llevando a cuestas desde que tenemos noticia. Acorde a los tiempos en los que fueron creados, lo que fueron poderes sobrenaturales pasaron a ser resultado o consecuencia de alguna fuente tecnológica o sustentados por alguna explicación científica.
Siempre dispuestos a echar una mano allá donde haga falta…
Sea como fuere, los superhéroes llegaron a nosotros a través de la viñeta impresa en papel, del tebeo, del cómic y, como con tantas otras cosas, serían el cine y la televisión los que acabarían introduciendo la mitología de los superhéroes en todos los hogares y en lo más hondo de la actual cultura popular. Basta revisar las carteleras y la programaciones televisivas de la última década para constatarlo.
Hace ya unas décadas que profesores y divulgadores echaron mano de las películas de ciencia ficción como excelente señuelo para llamar la atención y despertar el interés sobre conceptos y materias de las ciencias –¿las naves espaciales hacen ruido cuando vuelan? ¿Se puede construir una máquina del tiempo? ¿Son posibles los agujeros de gusano?–. Así que, con la fama en las pantallas sumada a la potencia de las viñetas, los superhéroes se encontraron haciendo horas extra: además de luchar contra el crimen, salvar el mundo y lidiar con sus propias vidas, siempre complicadas, se convirtieron en un potente y eficaz reclamo para enseñar y divulgar la ciencia y la tecnología de nuestro tiempo.
Es tal este poder añadido de los superhéroes que se ha propagado desde las aulas hasta la literatura divulgativa destinada al gran público, fenómeno al que la editorial Redbook Ediciones ha contribuido especialmente con su sello Ma non troppo, en el que encontramos una jugosísima relación de títulos:
La física de los superhéroes – James Kakalios – 2005
La ciencia de los superhéroes – Juan Scaliter – 2011
En la mente de los superhéroes – Juan Scaliter y Manuel Cuadrado – 2013
Las hazañas de los superhéroes y la física – Sergio L. Palacios – 2014
Dioses, héroes y superhéroes – Manu González – 2016
Superheroínas – Anabel Vélez – 2017
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