Ubik

Imagina por un momento que se pudiese leer el pensamiento a la gente, y que eso fuese concebido como algo totalmente normal. Imagina también que existen unas personas que evitan que pueda leerse el pensamiento, generando un, digamos, campo psíquico que lo rechaza.

Pues este es el panorama que nos ofrece Ubik, la historia de una de esas personas, en busca de los asesinos de su jefe y amigo, que fue engañado y atraído a una trampa que resultó ser su fin.

Esto, desde luego, no es un spoiler, es el principio del libro que nos lleva por sus páginas (no muchas, por desgracia), en una frenética carrera contra la destrucción de la empresa de la que ahora es jefe el protagonista, y contra el tiempo en sí, que parece luchar en su contra.

Para ello contará con la ayuda de Ubik, un material que parece ser la panacea del futuro, capaz de arreglar absolutamente todo, y ya se verá si soluciona el problema donde se ha metido, de forma indirecta, nuestro “héroe”.

No hay problema que no pueda solucionar una buena rociada de «Ubik»…

No solo es recomendable por ser una lectura exquisitamente ligera, para leer en un trayecto corto o cuando se saque un rato libre, sino que te deja con el sabor de boca agridulce, que personalmente me encanta, de terminar un libro con la sensación de: “No sé que demonios ha pasado realmente, pero lo adoro.”

Léanlo, y si no encuentran el tiempo suficiente para ello, rocíen su reloj con un poco de Ubik, seguro que les da un tiempo extra.

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