AVISO: esta recomendación está lejos de ser objetiva (si es que alguna lo es). La banda que hoy os recomiendo (bueno, las bandas, que son dos, aún siendo, en esencia, la misma), viene acompañándome desde mi adolescencia, allá por finales de los 70 del siglo pasado, y ahí sigue, en mi palmarés particular.
Lo de esta banda fue amor a primera vista y escucha. A primera vista porque ya solo sus portadas, su cartelería y su aspecto habrían bastado para que yo cayera a cuatro patas: una divertida y delirante combinación de series y películas de serie B, pulp y dibujos animados de ciencia ficción con el provocador descaro del por aquel entonces incipiente punk.
Y de la primera escucha… qué os puedo decir: si en plena eclosión del punk, cogemos el R&R, el R&B, el garage rock, el glam rock, el pop, el beat y la bublegum music, lo agitamos bien y lo sazonamos con adrenalina –bases rítmicas de otro planeta, ese bajista… – y una implacable determinación por divertirse… voilà! Abducido para siempre.
Banda escocesa formada en 1976, estos seres del espacio exterior publicaron en un par de años su primer álbum, Can’t Stand the Rezillos, un clásico imprescindible de la primera hornada de punk británico, para separarse cuatro meses después durante la grabación de unos de sus mayores éxitos, Destination Venus, no sin antes reunirse para un concierto que ya tenían programado y que serviría de despedida, concierto que fue grabado en directo y publicado en 1979, dejando esculpido en vinilo uno de los mejores discos de la época: Mission Accomplished … But the Beat Goes On. Para que os hagáis una idea, bastará decir que el concierto empezó con la introducción de la serie de animación Thunderbirds para enlazar, con la espasmódica celeridad que los caracterizaba, con uno de sus hits: Top of the Pops.
El caso es que la ruptura daría lugar a la formación de The Revillos, con los que la fiesta y su inconfundible R&R continuarían hasta 1996. No cometáis el error de menospreciar a The Revillos, por aquello de las segundas partes. De hecho, me atrevería decir que en algunos aspectos son incluso mejores… Bongo Brain!
Las circunstancias quisieron que, en 2001, los restos de una y otra banda recompusieran The Rezillos; y hubo un gran alborozo que dura hasta nuestros días, incluso con nuevo álbum publicado en 2015: Zero.
Definitivamente, no son de este mundo…
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