Los 100

«La supervivencia no depende de quién eres, sino de en qué te conviertes.»

¿Recuerdas cuando hacías trastadas y tu madre te mandaba a jugar fuera? Pues imagina que no pudiera porque “fuera” es el frío vacío del espacio.

En Los 100, lo que queda de la humanidad vive en El Arca, una estructura orbital hecha a partir del ensamblaje de todas las estaciones espaciales que quedaron aisladas tras la hecatombe nuclear que devastó la Tierra 97 años antes. Sus actuales moradores no han conocido la Tierra y no esperan que sea habitable aún por otro siglo. Pero sin posibilidad de reabastecerse y, sin repuestos, la estación empieza a fallar y la supervivencia no está garantizada para todos.

Cuando alguien viola las normas, el castigo es “ser flotado”, si es mayor de 18 años, o el confinamiento si es menor de edad.

Los 100.

Pero un día, el gobierno decide tomar una medida excepcional. Enviar a 100 chicos problemáticos, en confinamiento, en una de las naves de descenso a la Tierra, cien años antes de que la radiación haya desaparecido. Tienen como misión comprobar si es posible sobrevivir y encontrar un antiguo refugio con avituallamientos. Son prescindibles y servirán de canario en la mina para el resto de los supervivientes que, ignorantes en su mayoría, se están quedando sin oxígeno.

Comienzan así las aventuras de este grupo de exploradores, a medio camino entre El señor de las moscas y Mad Max, que pronto descubrirá que, uno, la Tierra no está del todo despoblada. Y dos, lo que encuentran en ella es más peligroso que la radiación y el espacio.

Aventuras, romance juvenil, drama survivalista y política, ya sea en el espacio o en la tribu, al borde de la extinción definitiva del ser humano. Y si no son suficientes razones para verla, piensa que lo que aprendas de esta serie tal vez te sea de utilidad un día cuando Space X empiece a volar a Marte.